mi nombre es Cesar Abel Hernandez, soy docente de escuela primaria en 5 grado, este es mi tercer año como docente frente a grupo.
laboro en una escuela de la periferia llamada Paso del Norte, en la cual se pueden observa diferentes situaciones con los niños y los padres de familia de diferente indole: fisica, laboral, economica y social.
Este blog que se esta creando en el curso de la historia y su enseñanza pretende ser una fuente de intercambio de experiencias, actividades, consejos y situaciones didacticas para mejorar nuestra labor docente.
producto: desarrollo de la situacion problema.-
Producto 2
TEMA
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La Conspiración de Querétaro (1810)
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Pregunta
generadora
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Listado
de preguntas
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Documentación
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Consignas
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Evaluación
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¿La
conspiración de Querétaro favoreció al pueblo mexicano o solo a los criollos?
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¿Quiénes
participaron en la conspiración?
Miguel hidalgo, Aldama, Josefa Ortiz de dominguez, juan dominguez,
Ignacio allende.
¿Contra
quién fue la conspiración?
Los españoles
¿Cuáles
fueron las causas que propiciaron la conspiración?
Los criollos no podían aspirar a puestos públicos o la esclavitud
¿Cuál
fue el propósito de la conspiración?
Derrocar el reinado de la nueva españa
¿Qué
consecuencias tuvo la conspiración?
La guerra de independencia
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investigación
libro del alumno
video educativo
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Se les pedirá a los alumnos que realicen por equipos:
una historieta, nota informativa, representación escénica, y un relato
histórico.
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Rubrica: actitudes, participación, trabajo en equipo
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Concepto o resumen del tema
Conspiración
de Querétaro
Se llama Conspiración
de Querétaro a un movimiento
clandestino nacido en la ciudad de Santiago de Querétaro en 1810. Se toma
generalmente como el antecedente inmediato de la Guerra de Independencia de México, dado que fue este
grupo el que comenzó la lucha armada por la emancipación de la Nueva
España con respecto a la
Corona española. El
objetivo primordial de la Conspiración de Querétaro era constituir una junta
gubernativa que tomara el poder a nombre de Fernando VII.
Se discute si la figura central de la conspiración fue Miguel Hidalgo y Costilla, el cura del
pequeño pueblo de Dolores, o bien, si el liderazgo era
ejercido por Ignacio
Allende, militar por formación, adscrito al cuerpo de dragones de la Reina.
Las reuniones de los conjurados se llevaban a cabo en la casa de José Miguel Domínguez, corregidor de Querétaro. El grupo conspirador tenía
pretendido alzarse en armas el mes de diciembre de 1810 en San Juan de los Lagos, Jalisco, pero
fueron descubiertos en septiembre de ese año.
Participantes en la conspiración de Querétaro
En la zona de El Bajío, comenzaron a organizar una conjura en San Miguel el Grande los capitanes Ignacio
Allende y Mariano
Abasolo, quienes habían tenido contacto, el año anterior, con los
conspiradores de Valladolid José Mariano Michelena y José María García Obeso.1 Las reuniones se trasladaron a la
ciudad de Querétaro, en donde se sumaron un grupo de
letrados, pequeños comerciantes y más militares del ejército colonial. Este
grupo celebraba juntas disfrazadas de "academia literaria". Entre sus
miembros se encontraban el cura Miguel Hidalgo y Costilla, el pequeño
industrial Juan Aldama,
el corregidor de la ciudad José Miguel Domínguez con su esposa Josefa Ortiz de Domínguez, el presbítero José María Sánchez, los
abogados Parra, Laso yJuan Nepomuceno Mier y Altamirano, Francisco Araujo, Antonio
Téllez, Ignacio Gutiérrez, los comerciantes Epigmenio y Emeterio González, el regidor José Ignacio
de Villaseñor y Cervantes,2 el capitán Joaquín
Arias, el teniente Francisco Lanzagorta y el teniente Baca.1 La organización de los conspiradores
preveía en el mando a Ignacio Allende como general, Aldama como segundo e
Hidalgo al frente del movimiento popular. Sus primeros pasos serían la
destitución de todos los españoles en los puestos de gobierno, apoyados por un
levantamiento que se llevaría a cabo el 1 de octubre,3 para lo cual se prepararon lanzas,
espadas y municiones que almacenaron en San Miguel el Grande, Dolores y Querétaro.4
La conspiración descubierta y el inicio de la Guerra de
Independencia de México
Pero la conspiración de Querétaro fue denunciada, el 9 de
septiembre, por el empleado de correos José Mariano Galván. Al día siguiente,
el propio capitán Joaquín Arias, al creer que todo estaba perdido, se
autodenunció ante el alcalde Juan Ochoa.5 Otras denuncias llegaron a oídos del
comandante Ignacio García Rebolledo y se presionó al corregidor Domínguez para
catear la casa de los hermanos González.6En
lugar se encontró armamento almacenado, en consecuencia Epigmenio y Emeterio
fueron aprehendidos. Josefa Ortiz tuvo tiempo de enviar como mensajero al
alcalde Ignacio Pérez para poner en sobre aviso a los conspiradores que se
encontraban en San Miguel el Alto.7 Mientras en Querétaro se hicieron
prisioneros a más conspiradores, incluyendo a los corregidores.8 Pérez cabalgó la noche del 15 de
septiembre hasta San Miguel logrando contactar a Juan Aldama, quien de
inmediato se trasladó a Dolores,
lugar al que llegó en la madrugada del 16
de septiembre para informar
las malas noticias a Allende e Hidalgo. Después de un intercambio de opiniones,
el cura exclamó:
"Si, lo he pensado
bien, y veo que estamos perdidos y que no queda más recurso que ir a coger
gachupines".
Con ayuda de ochenta presos que liberaron de la cárcel,
capturaron al delegado Rincón, se dirigieron al atrio de la iglesia, tocaron
las campanas, Hidalgo pronunció un discurso explicando que el movimiento al que
incitaba era para derribar al mal gobierno, quitando del poder a los españoles
que trataban de entregar el reino a los franceses. Le ofreció a la población
que se dejarían de pagar tributos, y un peso diario a quienes participaran si
llevaban caballo y la mitad a los de a pie. Acto seguido se aprehendió a
diecinueve españoles. Se juntaron más de seiscientos
hombres, a quienes se les repartieron lanzas y machetes, Hidalgo
arengó a la población, las palabras exactas que pronunció, tal vez nunca se
sepan, las versiones probables y más antiguas son:
En Querétaro, el capitán Arias fue puesto en libertad y
partió de inmediato para integrarse con los insurgentes,
aunque fue visto con recelo por sus compañeros. El corregidor fue perdonado al
igual que su esposa, restituyéndosele en su cargo. Años más tarde ella volvería
a ser perseguida. La mayor parte de los prisioneros negaron las acusaciones y
fueron liberados, a excepción los hermanos González: Emeterio —quien siguió
conspirando desde prisión— fue sentenciado a muerte y Epigmenio fue desterrado
a Manila.
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